Esta actividad tuvo como objetivo abordar y buscar soluciones a diversos problemas relacionados con los servicios públicos que afectan a los habitantes de la localidad.

Durante la jornada, el equipo jurídico identificó algunas de las principales dificultades que enfrentan los residentes del barrio. Entre los problemas más recurrentes se encontraron las altas tarifas en los recibos de energía, a pesar de que el servicio es intermitente y de baja calidad, la falta de agua potable y alcantarillado, así como el cobro por servicios no prestados. Además, se reportaron irregularidades en la recolección de basura, lo que genera preocupación entre los habitantes por el impacto en la salud pública.

El equipo de practicantes brindó a los ciudadanos orientación legal sobre sus derechos y los mecanismos disponibles para solucionar estas problemáticas. También se establecieron canales de comunicación con las autoridades locales, con el fin de facilitar el tratamiento y seguimiento de los casos reportados, y así promover un mejor acceso a los servicios públicos en la comunidad.

Además de la asesoría jurídica, el evento contó con el apoyo del programa de psicología. Los practicantes de esta área llevaron a cabo una serie de charlas y actividades lúdicas dirigidas a padres de familia, adolescentes y niños. El enfoque estuvo en la prevención de problemas emocionales y en el fomento de un ambiente de aprendizaje dinámico y participativo.

Las actividades incluyeron juegos, dinámicas de grupo y talleres interactivos que resaltaron la importancia de la salud mental y emocional. Los asistentes recibieron herramientas prácticas para gestionar el estrés, mientras que los padres aprendieron cómo apoyar a sus hijos en el desarrollo de habilidades socioemocionales. Los adolescentes y niños, por su parte, participaron activamente en las dinámicas, compartiendo sus inquietudes y experiencias.

 Esta brigada no solo permitió que los habitantes recibieran el apoyo legal necesario para enfrentar sus problemas cotidianos, sino que también ofreció un espacio para el bienestar emocional y familiar. La actividad fue bien recibida por la comunidad, destacándose como un esfuerzo conjunto para mejorar la calidad de vida de los residentes de Montelíbano.