Oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas.
Boletines de Prensa 2015
Boletín de Prensa No. 57
DE DÍA VIGILANTE, DE NOCHE ESTUDIANTE DE PSICOLOGÍA
Las personas que siempre están alertas, aquellos que intuyen más allá de lo normal, los seres que permanentemente ven las cosas de manera diferente; a los que se les afina la visión como lince y se les vuelve el olfato de canino, los mismos para quienes las cosas son verídicas o falsas, aquellos para los que no existen los términos a medias, ellos son los vigilantes o mal llamados "guachiman" (watch= mirar - man= hombre, es decir hombre que mira, que vigila).
Seguramente muchos lo han visto pasar, o mejor han sido objeto de su saludo cordial, de su requisa pasajera o de su respuesta tímida ante la inquietud despistada de la comunidad que lo ve como el “sabelotodo”. Se trata de Gener Tabares, vigilante de la Funlam, quien más allá de su uniforme y presencia en la portería o como rondero institucional, pocos lo han visto sentado en un aula de clase comprendiendo a Freud y su teoría del psicoanálisis, entendiendo la técnica del grupo operativo o yendo al laboratorio de psicología a observar por qué se dan las diferencias en el comportamiento humano.
A sus 38 años, Gener, además de prestar sus servicios como vigilante, estudia séptimo semestre de Psicología en nuestra Institución. Hace 10 años llegó a la Funlam y, a pesar de que su vinculación no es directa con la Luis Amigó, se siente tan o igual de amigoniano y permeado por el carisma social, como cualquier empleado o graduado de la Universidad.
Amante del fútbol, del cine y de la vida apacible, decidió que su vida sería al servicio de los demás, pero ya no cuidando sus “sueños” o atento a la seguridad organizacional, sino como un profesional que aprecia la riqueza del conocimiento y la verdadera felicidad de ser lo que proyectó en una Institución que creyó en él, tanto en lo laboral como en lo académico.
Su curiosidad por tratar de entender el comportamiento y pensamiento del ser humano enfocados desde las diferentes problemáticas sociales, lo llevaron a darse una oportunidad en el mundo profesional: “estoy muy contento estudiando la carrera que elegí, la escogí porque me apasiona y me hace ser una mejor persona pues desde el conocimiento profesional logro ayudar a los demás”, concluye.
Sus ojos brillan cuando habla de la Luis Amigó y no es para menos, pues en casi dos años será un profesional, que vio pasar por su lado a un millar de personas que seguramente lo recordarán como el vigilante que solicitó su carné en el día, sin saber que en las noches presentaba un paci o sustentaba su proyecto de grado para ser el mejor de los psicólogos.
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