Múltiples mensajes enviados por nuestros estudiantes a través de las redes sociales, nos llenan de orgullo y nos hace sentir como una verdadera familia.

Para muchos la Funlam es el segundo hogar, el lugar de los sueños compartidos, de la mejor universidad, donde se aprende, se construye y sobre todo donde somos mejores seres humanos.

Así se expresan nuestros estudiantes, un puñado de jóvenes que ven en la Luis Amigó su terruño de conocimiento, su mejor excusa para ser el PROFESIONAL INTEGRAL QUE ESPERA LA SOCIEDAD:

	Esteban Higuita Sepúlveda - Ser parte de la familia Funlam, es ser parte de un universo de sueños, de metas, proyectos, realidades, ilusiones, fantasías, un espacio mágico donde se genera fraternidad y amistad. Es la sala de mi casa donde comparto con mis amigos y aprendo a generar conocimiento, es mi habitación, donde como en un sueño aprendo y conozco lo que quiero, lo que me apasiona. Ser parte de la familia universitaria, es un reto... un reto a la excelencia. Me siento feliz de haber encontrado a mi familia, no la de sangre, porque ya la tengo, sino la de historia, con la que construyo las bases de mi presente y de mi futuro... soy feliz, soy Funlam.
	Alejandra Villa - Mientras la U me llena de conocimientos, yo le entrego el sentimiento, uno puede enamorarse o apasionarse, yo amo estudiar Administración, y me apasiona enormemente ir todos los días a la U, y hacer lo que mejor sé. La Funlam me ha dado alegría, saber y hasta amores me ha dado mi carrera y ¡mi norte!
	Daniel Alzate H - Se siente un mundo más profesional, un lugar en donde la academia muestra su universalidad de conocimientos, donde nos topamos con creyentes, vagos, dedicados, patos, reinas, amores, donde se compaginan pensamientos y se dividen sentimientos. La U es el espacio en donde iniciamos formación profesional que solo va más allá de matricularse, está en tomarlo como parte propia, como una camisa más a la cual te pones y quieres, la U eres solo diversidad de géneros, criterios, profesiones, críticas pero sobre todo formadora de carácter.
	Andrea Uribe Castro - Cada quien va forjando su camino, vivimos a nuestro antojo, moldeamos nuestro futuro; mi antojo fue elegir a la Funlam, que orgullo haberla escogido así, que orgullo que haga parte de mi camino, que sea mi presente y contribuya a mi futuro.
	Yessik García Morales - Por ser la mejor familia de todas las universidades, por respirar ese aire tan mágico al entrar, por la dedicación de los profesores hasta la amabilidad y buena energía que dan los señores del aseo, las tiendas, por las risas de los compañeros, pero sobre todo sentir que te apoyan, que tienes un segundo hogar y que te acogen con el mismo cariño sin prejuicios. Por eso la Funlam es la mejor Universidad.
	Diana Miled Dávila Díaz - Funlam, es un espacio creado para la familia. Mi mamá Administradora de Empresas, mi hermana Comunicadora Social y yo, Psicóloga, que belleza, que orgullosa me siento de pertenecer a esta casa, a mi segundo hogar. ¡¡Te amo Funlam!!
	Marcela Arias - Hacer parte de la familia Amigoniana me hace sentir una profesional integral con sentido de pertenencia por mi U, por mi ciudad, por mi carrera y por lo que me rodea... ¡Yo también me visto de Universidad, yo llevo la camiseta!
	Yesica Gutierrez - Estoy feliz de pertenecer a la Funlam porque en ella están mis sueños y parte de mi futuro, porque cada día se esmera por formarme no solo como profesional, sino como un ser que aporte y sirva a la sociedad.
	Esteban Cortes Zapata- Me siento cada día más orgulloso del renombre y de la acogida que está teniendo nuestra universidad, no solo por los que estudiamos allí, sino también por los estudiantes de otras universidades que nos reconocen como una de las mejores, no solo por su ambiente tan familiar, sino por el impacto humanista que le dan a cada una de las carreras para que en un futuro seamos unos profesionales más humanos y enfocados en ayudar a la sociedad.
	Diana Yoana Celi - Ser parte de la Fundación Universitaria Luis Amigó es y será para mí un orgullo, porque de ella me llevo lo mejor para poner en práctica los aprendizajes y valores obtenidos; los cuales son el sello de mi identidad.