Universidad Católica Luis Amigó

Facultad de Educación y Humanidades

La utilización de la tradición oral como herramienta de motivación para el desarrollo cognitivo en niños y niñas de tres y cuatro años en el Jardín Infantil José María Córdoba de la Ciudad de Medellín.

Publicado por Visitante el 16/10/2011 (2334 lecturas)

TITULO: La utilización de la tradición oral como herramienta de motivación para el desarrollo cognitivo en niños y niñas de tres y cuatro años en el Jardín Infantil José María Córdoba de la Ciudad de Medellín.

AUTOR: Adriana Marcela Saldarriaga Muñeton

AÑO: 2003

UBICACIÓN EN  BIBLIOTECA: T372 S162u 2003  

RESUMEN

El propósito de este trabajo es reconocer la importancia de la utilización de la tradición oral como herramienta motivacional favoreciendo el desarrollo cognitivo.

La población objetivo es en el Jardín Infantil José María Córdoba   

La investigación se realizó en tres fases:

  1. Fase descriptiva: denominada observación participativa en la cual se realizó un diagnostico, construcción de un pregunta problemática y objetivos generales y específicos.
  2. Fase interpretativa: en esta fase se empezó a realizar intervenciones pedagógicas con los estudiantes en las cuales se desarrollaron conceptos que daba la maestra cooperadora y algunos de acuerdo a las propuesta investigativa.
  3. Fase de Construcción de sentido: a demás de la elaboración del diseño metodológico se realizó la intervención con estudiantes, padres de familia y maestros desarrollando el plan de intervención acorde con los conceptos dados con la maestra cooperadora.

Los resultados que arrojo el trabajo son los siguientes:

La motivación de un niño reside en la interacción con el mundo de las personas y de las cosas que lo rodean. Por ello en nuestras clases debe reinar una atmósfera que invite a los niños a ser como son, a realizar aquello que los motiva y les resulta interesante, que sean capaces de desarrollar sus propias aspiraciones.

Existen estímulos externos como la tradición oral que mediante juegos, poesías, canciones, onomatopéyicas y cuentos permiten motivar la actividad del niño pues con ello se despierta el deseo de aprender creando el nivel optimo de reacción y por ende de aprendizaje.

En la tradición oral estrategia de motivación es de gran valor que las expectativas, que las emociones o afectos que se despiertan sean positivos ya que en esta medida la respuesta será positiva u por ende la búsqueda del aprendizaje estará encaminada a lograr el éxito en un adecuado desarrollo cognitivo.

Para el desarrollo de logros es fundamental la claridad que el niño tenga sobre la meta a alcanzar, y de igual manera el cómo se alcanzará, sólo desde la posibilidad de una motivación atractiva y desde la propia cultura se llegará a un crecimiento cognitivo e integral.

Los niños aprenden no solo en función de la actitud directiva y sancionadora de padres y maestros, sino en gran medida por imitación o identificación. Por lo tanto las estrategias que se brinden serán fundamentales en el proceso de aprendizaje para salir de las clases rutinarias de información, repetición y así trascender a las comunidades mismas para la recopilación y experimentación de juegos, cantos y tradiciones.

Un aprendizaje auténticamente humano solo puede producirse cuando el educador es capaz de aceptar al niño, ayudarlo a desarrollar sus diferentes dimensiones, comprender sus sentimientos y necesidades. Si el docente es capaz de aceptar cálidamente al niño, sentir respeto positivo e incondicional y empatizar con los sentimientos de miedo, inquietud y desilusión implícitos en el descubrimiento del conocimiento a través de la tradición oral habrá recorrido en camino que conduce al cumplimiento de las condiciones del aprendizaje y por ende de la motivación.

Los estímulos y experiencias culturales por parte del maestro, de los padres de familia, abuelos, parientes, adultos a su alrededor y compañeros tienen para las motivaciones de los niños y niñas la misma importancia que la organización de la enseñanza y los objetivos propuestos. No podemos dejar que los estudiantes estén motivados, si no creamos las condiciones propicias para poner en marcha tal motivación.

El aula debe ser un espacio compartido, donde se establezcan varias zonas de interés o actividad; lugares funcionales de aprendizaje e investigación, donde los niños puedan ejercer la libre elección, además a prender a observar y a responder. El alto nivel de motivación que caracteriza esta aula tiene su origen en la complejas influencias reciprocas entre los niños, el entorno y los profesores usando el saber dado de generación en generación.