El artículo 1, indica que nuestro estatuto se expide, no solo con sujeción a ley 30 de 1992, sino que también, desde nuestro carácter católico. Incluímos también lo preceptuado en la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae, escrita por Juan Pablo II, sobre la educación católica. 

 

De igual manera, hacemos caso del decreto C 1 de 1995, de la sexagésima asamblea plenaria ordinaria de la Conferencia Episcopal de Colombia y lo que implica el decreto 062 del 12 de mayo de 1993 que nos dió el carácter de universidad católica.   

 

El artículo 2, reitera que la universidad fue fundada y constituída por una obra de la iglesia, denominada Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, de la Provincia de San José.

 

En el artículo 4, se indica también que la universidad adopta lo establecido en el concordato vigente, suscrito entre la Santa Sede y la República de Colombia, ratificado mediante ley 20 de 1974.

 

Añade que su quehacer y su misión se inspira en la labor de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos, y que mantendrá la comunión con la iglesia, para lo cual, enviará al menos una vez al año, un informe específico sobre las actividades de la universidad al Arzobispo de Medellín.

 

En el artículo 5, hace énfasis en la tradición amigoniana, lo que implica participar activamente de la tradición carismática de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos. Esto exige tres cosas: el servicio de la fe, el desarrollo social y su promoción y la dignidad humana, lo cual, se podrá realizar en planes y programas que apuestan decididamente a ello desde su ser y quehacer. 

 

Añade que tendrá "una pastoral que será desarrollada en sintonía y comunión con las que realicen las diócesis particulares, en las cuales hacen presencia, salvaguardando su naturaleza universitaria y las normas de dirección y gobierno consagradas en este estatuto".  Aquí se ubica la pertinencia de la ya creada Coordinación de Pastoral y Formación Huaman    

 

En el artículo 6, se encomienda a la Congregación de Religiosos  Terciarios Capuchinos, como fundadora y regente, para salvaguardar siempre los objetivos que han inspirado a esta universidad desde su fundación y asegure el fomento adecuado de la "vivencia católica" en todas sus manifestaciones. 

 

En el artículo 7,  reconoce el derecho de mantener una presencia activa de la congregación, en los distintos niveles de la universidad, siempre que tengan la cualificación y competencias, establecidas en los reglamentos.

 

La catolicidad también hace parte de nuestra misión, con un carácter identitario, tal como lo indica el artículo 8, en la perspectiva de ser universidad, con orientación amigoniana.  

 

Refuerzan nuestra catolicidad y amigonianidad los principios descritos en el artículo 9, así:

 

- Desarrollo trascendente: de acuerdo con nuestra identidad y tradición amigoniana, para servir al ser humano en el desarrollo de su dignidad y su libertad.

 

- El humanismo cristiano: desde la solidaridad, la fraternidad, el bien común, la paz, la justicia y la libertad.

 

- Proyecto social: desde la responsabilidad que tiene para atender el desarrollo de las personas, comunidades y grupos humanos en el ámbito de su misión.  

 

En el artículo 10, consecuente con nuestro ser católico y amigoniano, reitera como objetivos: contribuir al mejoramiento del país y de la sociedad, en lo que tiene que ver con la dignidad humana, justicia, mejoramiento de la calidad de vida, protección de la naturaleza y búsqueda de la paz, entre otros; reitera en el reconocimiento del bien común, la solidaridad, la autonomía moral, el respeto de los valores, el espíritu reflexivo, entre otros.

 

En el artículo 14, encarga a los docentes la función de ser actores para la formación integral de los estudiantes, pone límites a la libertad de cátedra, en cuanto ésta no puede irrespetar nuestro carácter católico y amigoniano.

 

En el artículo 15, permite el acceso abierto, con el compromiso de respetar  nuestra identidad católica y lo que implica en los aspectos ético, religioso y moral.

 

¿Después de este ideario y referentes normativos, como garantizar que la identidad católica y la tradición amigoniana se mantengan en la Universidad?.

 

 Toda concepción filosófica requiere para su operativización de unos órganos que lo hagan posible.

 

En la Universidad, el Consejo Superior está concebido de tal manera, que garantice lo acá expresado: el superior provincial, es el presidente del Consejo Superior y por ende, es el presidente de la universidad.

 

Cuenta con seis representantes del gobierno provincial.

 

Cuenta con un rector general, que es propuesto por el gobierno provincial, terciario capuchino.

 

Cuenta con un miembro designado por el arzobispo de Medellín, lo cual sintoniza nuestra cercanía y comunión con la Arquidiócesis de Medellín.

 

Este Consejo Superior actúa en las bases de sus competencias y dentro del marco referencial del quehacer de la congregación como inspiradora de esta obra universitaria.

 

También hace posible, nuestra catolicidad y amigonianidad, la gestión del rector general:

 

Es elegido por el Consejo Superior, artículo 36. Éste gerencia, dirige, hace cumplir las normas, se articula permanentemente con el Consejo Superior y en el literal d) del artículo 38, indica explícitamente que deberá "velar por que la identidad católica en la institución sea promovida en todos los estamentos institucionales, suscitando continuamente la vivencia de la fe y sus principios católicos en íntima comunión con el Obispo Diocesano".

 

La Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos,  se articula con toda la universidad con 9 representantes ante el Consejo Superior, incluyendo al rector y al representante del Arzobispo de Medellín.

 

Éstos son el puente para que la universidad sea fiel a su identidad católica y tradición amigoniana.

 

Pero a pesar de lo anterior, la estructura orgánica, también considera Unidades que aportan para que ésto que se dice en las normas, se traduzca en acciones, articulando lo conceptual con la praxis.  

 

En la modificación de la Estructura Orgánica, según Acuerdo Superior 09 del 13 de abril de 2021, se creó una nueva unidad, la cuál se denominó: Coordinación de Pastoral y Formación Humana.

 

Esto obedeció a un interés institucional, en la lógica de fortalecer nuestra identidad católica y amigoniana, con la articulación del carisma congregacional, mediante la reflexión académica y la práctica pastoral. Es decir, unir la catolicidad, amigonianidad,  reflexión desde la fe, la razón, la cultura, con desarrollos desde la pastoral.

 

En la misma línea, se trasladó el Departamento de Identidad Amigoniana y Formación Sociohumanística, a esta nueva Unidad, con el propósito de acompañar, lo conceptual,  lo amigoniano, con acciones de tipo pastoral, que generen proyectos de transformación al interior de la Universidad y desde el diálogo necesario entre la fe, la razón y el diálogo de las culturas, en la perspectiva de una formación humanízante e integral. 

 

Esta coordinación, se adscribió como una dependencia directa de la Rectoría, pues es el Rector, quien está llamado, en el día a día, a preservar la identidad institucional (católica y amigoniana), tal como se indica en el literal d), del artículo 38 del estatuto general  y, por ende, se convierte en el facilitador para que el Carisma Congregacional, se articule con la reflexión académica y se oriente hacia la vivencia Pastoral, en la prospectiva de ser una " universidad católica y amigoniana en Pastoral", lo cual es coherente con nuestra misión y nuestro Ser.

 

La creación de la Coordinación de Pastoral y Formación Humana, para fortalecer nuestra identidad, partió de los análisis que se realizaron en otras Universidades Católicas en Colombia, las cuales las designan como Vicerrectorías, Direcciones, u otras nomenclaturas, tales como la UPB, Universidad Javeriana, Universidad San Buenaventura, Universidad Mariana, Universidad Católica de Manizales, Universidad Santo Tomás, Uniminuto, Salazar y Herrera, Universidad Católica de Oriente, entre otras.

 

En todas ellas, se encontró  la articulación de la Pastoral con los cursos propios de la identidad Católica, Humanista e institucional, con  trayectorias ya reconocidas en esta experiencia.

 

La identidad amigoniana y católica en nuestra universidad, no se limitará solamente al ofrecimiento de cursos, sino a la convergencia de otras actividades desde la pastoral, que irradien la búsqueda de la fe, de la verdad, la defensa de la dignidad humana, la paz, la libertad, la justicia, el mejoramiento de la calidad de vida, el respeto al medio ambiente, la civilidad, la ética, entre otros.   

 

Desde nuestro ser como universidad, también compartimos la experiencia de la catolicidad y los desarrollos que se generan en el desarrollo de nuestras funciones sustantivas, con otras instituciones de educación superior en el ámbito nacional e internacional. 

 

La universidad comparte sus experiencias en asociaciones internacionales como:

 

LA FIUC: (La Federación Internacional de Universidades Católicas), que reúne aproximadamente 250 universidades en todo el mundo y que cuenta con  aprobación pontificia desde 1948. En ella la Luis Amigó ha asumido la vicepresidencia de sectores y también como consejero para América Latina, en el rectorado del Padre Marino Martínez Pérez.

 

LA ODUCAL: (organización de Universidades Católicas de América Latina), vinculada en calidad de asociación regional a la federación internacional de universidades católicas y creada desde el año 1953.

 

LA RUCC:  (Red de Universidades Católicas de Colombia) la cual inició por iniciativa de la Conferencia Episcopal de Colombia y que reúne a más de 20 universidades católicas de todo el país y que cuenta con cinco nodos en la Amazonía, Andino, Antioquia-Chocó, Caribe, Orinoquía y Pacifico, con una agenda bastante activa entre sus miembros. Tiene sus orígenes desde el año 2015 y se constituyó formalmente como Red, desde el año 2019.

 

Ser universidad católica y amigoniana nos anima a que como institución de educación superior, estemos siempre en camino de iglesia y con unas convicciones, estructuras y programas que fortalezcan nuestra catolicidad y talante amigoniano.