Cooperación Institucional y Relaciones Internacionales
La Psicología Amigoniana en Tierra Inca
Sebastián Arboleda y Danicsa Martínez
Universidad San Ignacio de Loyola - Perú
Dos aventureros tomaron el riesgo y ahora se encuentran en una de las mejores universidades peruanas.
Un intercambio académico, influenciado por la cultura y la gastronomía del vecino país.
Danicza Martínez y Sebastián Arboleda, estudiantes de psicología de la Funlam, llegaron a tierras Incas a realizar intercambio internacional en la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) de Perú.
A continuación una breve reseña de su estadía en este enigmático país:
“¿Y por qué salir del país? Es la pregunta que más hemos escuchado desde el principio de nuestra experiencia, y nuestra respuesta más común es otro cuestionamiento ¿Y por qué no?
Comenzar una experiencia de intercambio internacional no es algo que empieza en cualquier aeropuerto del mundo. Primero es necesario tomar otro avión, en una aerolínea que no tiene aeromozas y el capitán es la única tripulación. Es el avión de la decisión, la parte más complicada de un viaje como estos y efectivamente cada uno fue el único capitán, a este nos montamos desde muchos meses antes de partir hacia Lima.
Pisar tierras desconocidas en un país del que se habla poco y lo poco que se habla es fragmentado da un poco de temor, pero las ganas de aventurarnos a salir del confort de lo conocido es más fuerte.
Perú nos ha ofrecido una gran riqueza cultural y milenaria. Aquí hay muchos lugares por descubrir y visitar, y nosotros nos hemos maravillado con la diversidad ecológica, la arquitectura, la historia, la arqueología, las ruinas ancestrales, las iglesias virreinales, los valles, paisajes paradisiacos y exquisita gastronomía. Además de la hospitalidad de su gente, porque en los peruanos hemos encontrado apoyo, gentileza y aprecio.
Cada rincón de Perú es un lugar turístico, visitado por miles de personas de todo el mundo que como nosotros vienen en busca de la aventura Inca y es común escuchar sus comentarios encantados por la magia de estas tierras.
Danicza y yo vivimos con nueve extranjeros más y despertar todos los días es genial. Escuchamos y hablamos en francés, inglés, portugués y aparte damos clases de español sobre elementos de la cocina o sobre frases comunes y eso hace que la experiencia de salir del país sea romper completamente de la rutina, y abrir la mente.
Hemos aprendido sobre cocina del mundo, política y cultura mundial desde Corea del Norte hasta Argentina y no en cursos o conferencias, sino en el día a día porque compartir un desayuno o salir a Miraflores y tomar un trago se convierte en una nueva oportunidad.
La vida universitaria no es universal, y por eso conocer otra forma de calificar, otra escala de valoración, otras formas de ir vestidos a la universidad o la forma como se habla dentro de un aula de clase hacen parte del cambio de mente, el “Open mind” que te hace mejor persona y un profesional más integro.
Y si aún te preguntas por qué salir del país piensa en cuantas posibilidades de abrir tu Network tienes. USIL nos ha permitido compartir todos los días con noventa personas de todo el mundo, jóvenes como nosotros, emprendedores, soñadores, disfrutando de cosas comunes y particulares que son tan increíbles al descubrir que viviendo al otro lado del mundo comparten con nosotros o tan diferentes que viviendo aquí mismo en Latinoamérica son otros estilos de vida.
Esta aventura nos ha enseñado que la vida es un sueño, y que hay volar y volar, hasta llegar a la meta soñada, y sentir la alegría sublime de haberlo logrado.
Ahora les preguntamos ¿y por qué no animarse a vivir una experiencia internacional?”