Universidad Católica Luis Amigó

Cooperación Institucional y Relaciones Internacionales

Pasantía estudiantil, un viaje cultural y educativo

Publicado por Visitante el 22/7/2011 (4318 lecturas)

Irley Maya
Universidad de Valencia - España
 
   
 
   
 
   
 
   
 
   
 


Vivir realidades distintas, en lugares distintos, y aportar desde el propio saber, es una de las experiencias primordiales que debe advertir el profesional de hoy; y es precisamente esta la oportunidad que Irley Maya Muñoz, estudiante de último semestre del Programa de Psicología de la Universidad Católica Luis Amigó, vivió gracias a los esfuerzos en materia de internacionalización y movilidad estudiantil de la institución, al apoyo académico de los docentes y directivos de la Facultad de Psicología y Ciencias Sociales, al acompañamiento fraterno de familiares y amigos, la Aseguradora Solidaria de Colombia y a la ayuda del Banco Santander con su beca económica. Y cómo no nombrar a la Universidad de Valencia en España, que durante un semestre enriqueció el saber y permitió una práctica de realidades particulares que consintieron permear y agradecer con júbilo el pronto título de Psicología Social.

¿Cómo se presenta esta oportunidad de movilidad académica?
Irley:
todo comienza cuando me inscribí a la convocatoria de la Fundación Universitaria Luis Amigó presentada por la Oficina de Cooperación Institucional, que ofrecía unas becas en España, mismas que cubrían hospedaje, alimentación y estudios en la Universidad de Valencia. Convocatoria que me fue otorgada, y que además compensé con la beca económica del Banco de Santander.

¿Qué significó para usted esta oportunidad?
Irley: en primer momento, refiero que conocer a España era un sueño en mi vida; saber de su cultura, gastronomía, su gente, poder tener la experiencia de formarme como profesional, compartir otras aulas de clase en su nivel académico y pedagógico. Acepto que mis expectativas eran grandes, teniendo clara la intención de abrir puertas profesionales y surcarle el camino a todos aquellos compañeros que deseen vivir esta gran y única experiencia.

¿Cómo fue su llegada a España?
Irley:
tuve la gran fortuna de ser recibida por el Superior y Director del Seminario San José de Godella, el Padre Manuel Carrero Caballero. Después pase a vivir en la Colonia San Vicente Ferrer acompañada por su Director D. José Miguel Bello Tena, quien me permitió estar con todo su grupo de trabajo en las diferentes áreas. Siempre vivía muy pendiente de que nunca me faltara nada y me sintiera como en mi casa.

¿Una de sus primeras impresiones de la Comunidad de los Terciarios Capuchinos?
Irley:
tuve una impresión muy positiva, especialmente por la propuesta de comunidad de la Pedagogía Amigoniana, propuesta que tiene entre otros planteamientos el de una visión optimista de la persona, que pese a presentar carencias de cualquier orden, es capaz, con sus medios, de conseguir levantarse a una vida digna. Esta visión optimista lleva consigo el necesario protagonismo del menor en su proceso de formación. Sólo con su participación y voluntad se puede conseguir un cambio de actitudes y el despertar de otro tipo de valores que promuevan su crecimiento.

¿Cómo fue su vivencia académica en la Universidad de Valencia?
Irley:
en la universidad tuve la oportunidad de cursar las asignaturas Psicología del Desarrollo de los Recursos Humanos, Psicología económica y Psicología Social Nuevas Tecnologías y Ergonomía. Cursos que, sin duda alguna, fortalecieron mi formación como psicóloga y complementaron todos los conocimientos entregados en la Funlam. Sin embargo, y bajo la metodología distancia, desarrollé los cursos pendientes en Colombia: Practicas III, Seminario de Practica e Informe final del Trabajo de Grado. Cursos por los que, teóricamente, respondía para Medellín, pero cuya práctica, afortunadamente puede vivir en España.

¿Dónde realizó la práctica profesional?
Irley:
mi práctica, mi experiencia inolvidable, la viví en la Colonia San Vicente Ferrer; un centro de atención pedagógica a adolescentes y jóvenes de ambos sexos con problemática conductual y de adaptación socio familiar. Allí la actividad principal es de carácter reeducativo, teniendo como base la convivencia de tipo familiar y donde prima el interés del menor. Además, el centro ofrece también ayuda escolar, orientación y preparación laboral, actividades deportivas y culturales, así como apoyo al sistema familiar de los menores residentes.

¿Cómo fue la experiencia con los jóvenes?
Irley:
es la más gratificante, ya que allí se evidencia la importancia de la profesión, en cuanto al aporte que se le da a cada menor en su proceso de reeducación. La población que acoge el Centro se distribuye en cinco Grupos Educativos, atendiendo a criterios de edad, niveles madurativos, necesidades y habilidades sociales: Jóvenes, Adolescentes, grupo de mujeres y grupo de internamiento en régimen cerrado-cautelar. Cada uno de los grupos educativos está atendido por un cuantioso grupo de educadores con la finalidad de garantizar un mayor y mejor tratamiento individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada menor/joven. Y yo tuve la fortuna de contarme entre los educadores.

¿Además de conocer España y lograr muchos conocimientos en la Universidad de Valencia, que puede rescatar de lo allí vivido?
Irley:
desde la experiencia contada en este campo de la reeducación y la intervención socioeducativa, pude constatar los diversos cambios positivos que se obtienen cuando trasladan a los jóvenes desde sus ámbitos familiares e institucionales, a otros más abiertos y normalizados. Las experiencias de las distintas actividades realizadas en entornos y medios cercanos, o en los mismos espacios naturales, así como los realizados en otros lugares, tanto urbanos como rurales, demuestran la adaptación y beneficio de su práctica como continuación de todo un proyecto educativo que se ejerce en los centros de reeducación.

Sin duda alguna la experiencia contada muestra la importancia de fortalecer la movilidad estudiantil en la Funlam para que muchos estudiantes, de todas las profesiones, puedan conocer diferentes realidades y aportar desde su saber. Además, es una muestra de lo mucho que se puede aprender y compartir haciendo una pasantía en el exterior.

Agradecimientos a la Fundación Universitaria Luis Amigó por su interés en el tema de la internacionalización, a la Facultad de Psicología y Ciencias Sociales por motivar a sus estudiantes, al Banco Santander por crear las becas de apoyo económico, a la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos en España y Roma, por acoger a los estudiantes viajeros, y a todos los que hacen posible este sueño académico.